Locutores | La voz es y ha sido, a través de la historia, una herramienta fundamental de comunicación en los seres humanos.
El hombre muestra como percibió la necesidad de comunicarse con los demás a través de diferentes sonidos producidos con la laringe, que día a día se fueron modificando de acuerdo a la intención y emociones hasta llegar a la palabra; con el trascurrir de los años se lograron avances importantes a nivel socio-cultural, donde se conformaron diversas comunidades gracias a procesos de interacción comunicativa mediados en su mayoría por el código oral. Es por esto que la voz además de ser un proceso físico-acústico es la herramienta principal de interacción y socialización.
Hoy en día la voz tiene un valor agregado. La sociedad actual cuenta con un gran número de profesionales competitivos que requieren de habilidades comunicativas para generar impacto en su entorno laboral. El uso permanente de la voz, los factores de riesgos en cada uno de los contextos y la realización de conductas vocales inadecuadas puede ocasionar desequilibrios en la función vocal, aumento en los niveles de incidencia y prevalencia de alteraciones estructurales y funcionales.
La voz profesional se define como “el resultado de conductas de uso vocal que permite a una persona realizar su tarea habitual”, con esto se puede afirmar que cualquier profesional que requiera de la voz para cumplir efectivamente con sus demandas laborales será catalogado como profesional de la voz.
El locutor es un profesional de la voz hablada, encargado de trasmitir diversos mensajes y tipos de información a una audiencia determinadas en situaciones específicas en situaciones específicas. Esto implica que al trabajar con su voz debe manejar todos los aspectos referidos a la respiración, articulación, prosodia y fluidez, para lograr una producción adecuada. es por todo ello que este profesional debe tener en cuenta algunos cuidados respecto a su voz.
¿Qué se entiende por higiene vocal?
Entenderemos por higiene vocal todos aquellos procedimientos dirigidos a permitir el autocuidado de la voz, especialmente en aquellas personas que hacen un uso profesional de la misma. Para llevar a cabo una adecuada higiene vocal es necesario tener en cuenta una serie de precauciones para evitar la irritación y desgaste inútil de las cuerdas vocales, aún en situaciones en que no se haga uso de la voz.
Hábitos de higiene vocal
· Limitar la cantidad de tiempo de habla. Hablar lo justo y necesario, sobre todo si se siente que su voz se cansa con facilidad.
· No forzar la voz en situaciones de mucho ruido ambiental.
· Evitar gritos e imitación de sonidos onomatopéyicos.
· Cuidar los cuadros catarrales y el reflujo gastroesofágico. El reflujo puede dañar gravemente la laringe y afectar la producción de la voz.
· Evitar hablar de manera prolongada a larga distancia y en el exterior.
· Evitar toser o aclarar la voz (carraspear) excesivamente. Este acto puede dañar los pliegues vocales, en lugar de ello tomar agua.
· Evitar comidas picantes (Aji, mostaza, pimienta, etc.)
· Realizar reposo vocal después de una jornada de gran uso de su voz.
· Cuidar una dieta balanceada, incluyendo vegetales, frutas y granos enteros.
· Mantener una postura corporal adecuada mientras hace uso de su voz.
Posturas inadecuadas producen compensaciones musculares que pueden afectar a la zona cervical y laríngea.
· No poner en tensión la parte alta de su tórax.
· No apretar los dientes ni tensar la mandíbula o la lengua.
· No fumar (fumar es uno de los factores principales en la formación de cáncer laríngeo, además irrita las cuerdas vocales y las reseca).
· Ritmo regular y estable de sueño.
· No usar anestésicos locales, ni aspirina previo al uso de la voz.
· Vocalizar previo al uso de la voz, no hablar “en frio”. Realizar ejercicios de calentamiento vocal antes de hablar.
· Evitar ambientes muy secos, con excesiva calefacción o aire acondicionado. Esto disminuye la hidratación de las cuerdas vocales.
· Tomar al menos 2 litros de agua por día (entre 8 y 10 vasos por día). Los pliegues vocales necesitan estar lubricados con una capa delgada de moco para poder vibrar eficientemente. · · La mejor lubricación puede lograrse tomando bastante agua.
· Evitar hablar demasiado rápido.
· Evitar reír a carcajadas.
· Evitar tomar alcohol ni café ya que el alcohol y la cafeína deshidratan las cuerdas vocales.
· Evitar hablar demasiado fuerte ya que puede traumatizar las cuerdas vocales. En el caso de tener que utilizar la voz hablada con niveles altos de intensidad realizar entrenamiento fonoaudiológico.
· No susurrar. Provoca tensión en la laringe.
· Ante el menor síntoma de cambio de la calidad vocal (EJ: voz opaca, pérdida de notas agudas y/o graves, quiebres de voz, problemas con el vibrato, aparición de ruido en la emisión, · · pérdida de volumen, cansancio vocal, dolor, irritación, etc) consultar inmediatamente a un O.R.L. y fonoaudiólogo especializado en voz.
· No imitar voces, esto puede producir hiperfunción o hipofunción y posteriormente lesión orgánica en las cuerdas vocales. Si se debe imitar voces profesionalmente como por ejemplo en doblajes realizar entrenamiento vocal.
· Evitar áreas polvorientas y con mucho humo. Esto irrita y deshidrata las cuerdas vocales.
· Evitar estados de nerviosismo. La voz está directamente relacionada con las emociones.
· No utilizar descongestionantes, antihistamínicos o fármacos no prescriptos por el médico. Algunos medicamentos pueden producir deshidratación en las cuerdas vocales.
· Ante una disfonía de más de una semana de duración consultar inmediatamente al O.R.L.
· Las mujeres deben limitar en lo posible el uso de la voz antes y durante su ciclo menstrual.
· Evitar los químicos, pinturas y artículos de limpieza. Si debe usarlos colóquese un tapabocas que cubra la nariz y la boca.
· Control periódico con profesional idóneo. (Fonoaudiólogo y Otorrinolaringólogo)
· Recibir entrenamiento vocal con Fonoaudiólogo especialista en voz.
Fuente: Locutores Publicidad